De: Instituto 512
Un año escolar inicia, todos y todas en la comunidad educativa tenemos altas expectativas, ideas y un gran plan para que sea una experiencia de aprendizaje significativo que impacte positivamente la vida de niños y niñas en nuestras escuelas. Un nuevo año escolar es un escalón más que suben nuestros y nuestras estudiantes, invirtiendo los mejores años de su vida con la esperanza de la construcción integral de su ser, sus aprendizajes y las oportunidades que se abren a través del mismo.
La esperanza la tienen los niños, las niñas, las familias;
también nosotros, maestros, maestras y comunidad educativa. La esperanza la
tiene cada miembro de la sociedad. Para hacer de esta esperanza "una
esperanza creíble", es necesario tomar acción y ser consistentes a lo
largo de todo el año escolar; la perseverancia es la gran aliada de cada
maestra y maestro. Por esto, a continuación compartimos algunas ideas que serán
buenas compañeras a lo largo de este año escolar:
• Comparte
el conocimiento. Llegas a la escuela en un nuevo año escolar siendo una nueva
persona; cada cosa que aprendes, cada día que pasa y cada oportunidad a la que
te abres te transforma. Usa la reflexión constante como aliada y pon al
servicio de la comunidad educativa todo lo que tienes para aportar. Cuando
creces y permites que tu brillo se refleje, das la oportunidad de brillar a
otros que te rodean, incluyendo a tus estudiantes.
• Convoca
la inteligencia colectiva. La escuela es el mejor ejemplo de vida en comunidad;
todos saben algo y todos pueden aportar. Pide colaboración, motiva, convoca y
permite que una idea florezca al mismo ritmo que se abre la oportunidad de
participar. La participación fortalece el sentido de pertenencia y genera
compromiso constante.
• Usa el
interés común como mediador. Usa el interés de los estudiantes, las realidades
vigentes y las novedades del contexto como punto de partida en tus propuestas
educativas. Provocará una gran relevancia a cada propuesta de aprendizaje, lo
hará significativo y desafiante.
• Mantén la
perspectiva. Recuerda siempre tu por qué y tu para qué. Sé constante en tu
propósito, mirando al horizonte de tus sueños como maestra, como maestro. Ayuda
a tus estudiantes a encontrar su por qué, ayúdales a ver sus retos de
aprendizaje en perspectiva y que sus esfuerzos se enmarquen dentro de esas
metas y sueños que traen definidos.
• Celebra
cada logro. No esperes el final para la celebración; cada día es una nueva
oportunidad para aprender. El aprendizaje requiere esfuerzo, dedicación y
compromiso; cada paso en el proceso merece ser celebrado. La celebración
constante es un recordatorio a voces del compromiso requerido para alcanzar el
siguiente nivel y dar el próximo paso.
Recuerda que como comunidad educativa tenemos metas comunes
y nos une un mismo corazón, con intereses comunes, donde la colaboración y la
participación son ingredientes esenciales.
Maestra, maestro, eres un transformador; permite que tu luz interior pueda irradiar a los demás: tus colegas, las familias, la comunidad educativa y, por supuesto, los más importantes, cada niña y cada niño.
¡Que sea un año escolar extraordinario!
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