Un docente innovador es aquel que reflexiona sobre su práctica, así como la de otros colegas, aprende de ellas, y parte de sus saberes previos para el desarrollo de nuevas propuestas a las necesidades pedagógicas que nacen en su contexto escolar día a día. Además, es una persona que está constantemente desarrollando iniciativas que promueven cambios positivos en el centro educativo, así como transformaciones que le acerquen a la mejora de su práctica como docente. Es un docente flexible y dispuesto a buscar nuevas formas para guiar el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus estudiantes respondiendo a sus necesidades como también las necesidades propias del centro educativo.
El sentido de innovar vive dentro de cada uno de nosotros. En el día de hoy, nos encantaría estimular o despertar ese docente innovador que vive en ti. Por eso, nos preguntamos:
¿Cómo puedo ser un docente innovador?
Ser un docente innovador implica reflexionar profundamente sobre el propio quehacer pedagógico y para ello es necesario potenciar los siguientes aspectos:
- El deseo de cambio. La disposición positiva al cambio es la forma de dar respuesta al presente, es el proceso de mejora, es la base misma de la innovación. La comprensión profunda de la necesidad de cambiar, evolucionar y crecer en el tiempo permite a las y los docentes dejar de ser eclipsados por la rutina o lo cotidiano, e inclinarse a responder y adaptarse.
- La capacidad de investigación e inventiva. Para innovar en el aula hay que estar alerta a las necesidades que manifiestan nuestros estudiantes, deseos de mejora insatisfechos en el sistema, o situaciones cotidianas por resolver que ponen en riesgo la calidad de los aprendizajes. Para agudizar esta capacidad es necesario desarrollar la habilidad de observación y percepción, profundizar en la situación y ofrecer nuevos puntos de vista para mejorarla.
- La actitud para llevar a la práctica lo planificado. Cuando ejercemos una actitud positiva ante el cambio, afrontamos el proceso como una oportunidad de mejora o como un nuevo reto para lograr hacer las cosas de otra forma. Esto nos lleva a reducir los cuestionamientos negativos que nos hacen dudar del proceso, nos llena de fortaleza para hacer frente a la incertidumbre y los imprevistos, y además, seremos capaces de mostrar la mejor versión de cada uno de nosotros basándonos en el potencial, el talento y la autoconfianza.
- El trabajo grupal y cooperativo. Para que la innovación tenga lugar en el ambiente educativo, debemos sumar a otros en nuestra propuesta y motivarles a ser parte del cambio por la mejora educativa. Inspirar es causar un impacto positivo, compartirles el potencial de la idea, hacerles saber lo importante de su rol para el logro del resultado esperado, y vincular a la comunidad en el proceso de cambio.
Las y los docentes innovadores se involucran y se dedican a anticipar la pertinencia de los aprendizajes, gestionar y facilitar los aprendizajes, evaluar competencias, crear ambientes adecuados para el aprendizaje, participar en comunidades y redes de aprendizaje, así como formar y formarse para la innovación y, como resultado: promover la transformación educativa.
Te invitamos a poner en práctica estas cualidades y dar el paso de compartir tus ideas innovadoras para aportar a la mejora de la educación en tu comunidad y el sector educativo. ¡No pierdas la oportunidad de participar en nuestro Fondo de Iniciativas Innovadoras en Educación!
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