“El arte del descanso es una parte del arte de trabajar” JOHN STEINBECK
Las vacaciones son beneficiosas para la salud y el bienestar
general tanto de los adultos, como de los niños, niñas y adolescentes. La
necesidad principal de tomar vacaciones se genera en nuestro cerebro, ya que el
cuerpo podría encontrarse perfectamente saludable, pero luego de jornadas
intensas y agotadoras, nuestro cerebro necesita un espacio para desconectarse y
recargarse. Definitivamente, es un tiempo necesario para tener un cambio de
ambiente y realizar actividades de recreación, muchas de ellas diferentes a las
de nuestro día a día, que permitan dedicar este tiempo al cultivo del bienestar
físico, emocional, mental y espiritual .
En estos últimos años, mucho más que antes, la salud se ha convertido en una prioridad a considerar en todas las situaciones en que nos encontremos y todas las actividades que realicemos, es por eso que hoy queremos reflexionar alrededor de la siguiente pregunta:
¿A qué actividades hemos de darle prioridad para cuidar de nuestra salud durante las vacaciones de verano?
Ponernos al día con nuestro estado de salud. Sacar el tiempo para ir a las citas médicas pendientes, como: las de odontología y oftalmología, los chequeos preventivos del corazón, mamografías y otros estudios. Se recomienda además aprovechar este tiempo para actualizar el esquema de vacunación de adultos, niños y niñas y valorar nuestro estado emocional considerando la posibilidad de realizar una o varias visitas a un profesional de la psicología, que nos ayude a abordar cualquier situación que nos esté afectando en ese sentido.
Garantizar una buena hidratación y cuidarnos del sol. En la
temporada de vacaciones escolares, que coincide con el verano en el hemisferio
norte, es normal desarrollar una mayor cantidad de actividades al aire libre,
es por eso que se hace necesario mantenernos en alerta con nuestro estado de
hidratación y la protección de la piel ante las altas temperaturas y la
exposición al sol. Se recomienda un consumo de 2 a 3 litros de agua al día para
una hidratación óptima en adultos y entre 1 y 1.5 litros de agua en el caso de
los niños y las niñas.
Cuidar nuestros hábitos alimenticios. Los cambios de
hábitos, especialmente en la alimentación, son de los que más pueden afectar la
salud en momentos determinados. Normalmente estos cambios en la alimentación
suelen implicar un mayor consumo de productos poco saludables y estos favorecen
la aparición de posibles enfermedades gastrointestinales. Evita los excesos que
puedan representar afectación y deterioro de tu salud. Algunos de los efectos
comunes cuando se cometen excesos en la alimentación son: sensación de pesadez,
falta de apetito, dolor de cabeza, distensión abdominal y malestar general.
Esto al final, puede limitar la posibilidad de disfrutar al máximo de los
espacios de descanso, relajación y disfrute.
Estar alerta y preparados para el manejo de las infecciones
más comunes en esta época del año. Es importante mantener el cuidado adecuado y
evitar el exceso de humedad, especialmente en los niños, niñas y adolescentes.
Un exceso de exposición al agua puede ser nocivo para nuestra piel. En espacios
como: piscinas, playas o balnearios, suelen ocurrir infecciones bacterianas o
virales, cuyos síntomas conviene conocer, prevenir y atender oportunamente.
Es clave en este tiempo ponernos al día con algunas tareas pendientes en materia de prevención de enfermedades y atención de la salud, que son necesarias para nuestro bienestar integral. Hoy queremos invitarles a disfrutar, sin bajar la guardia durante las vacaciones de verano, pues ser rigurosos con nuestro cuidado nos permitirá tener unos días de buen descanso y disfrute pleno.
Nuestra salud se hace prioridad para poder disfrutar con nuestras familias y dar lo mejor de nosotros en el próximo año escolar que se avecina. ¡Cuidemos hoy nuestro cuerpo, mente y espíritu!
De: Instituto512 <info@512.com.do>
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