Por / Manuel Antonio Vega
TEXTO Y FOTOS
EL SEIBO.- La casi generalidad de los ganaderos del país desconocen que “no conocer” es sinónimo de “no hacer”, dijo el hacendado Lucas Mazara, quien ha logrado que su hacienda, “Doña Elva”, se convirtiera en finca-escuela por la Dirección General de Ganadería, a través de su Programa para el Mejoramiento de la Ganadería Lechera, (MEGALECHE).
Hoy día, su finca, localizada en la Sabana de Pedro Sánchez, a unos 9 kilómetros al norte de El Seibo, es el mejor ejemplo de superación en mejoramiento de la calidad de la leche, mejoramiento y manejo de los pastos, la cría de terneras y en sanidad animal. La finca produce unos 11 mil 743 litros de leche.
También en su finca, ha logrado un aumento de la preñez de las vacas, instalación de equipos de frio, numerar e identificar el ganado, implementar la trazabilidad, conservación del forraje o elaboración de silo y contar con un registro contable.
“El que innova está tomando el camino correcto hacia el éxito”, apuntó.
La finca-escuela “Doña Elva” ha sido un ente visualizador de desarrollo, ayudando a la comunidad a la instalación de agua potable, mejoramiento de la energía eléctrica y el camino vecinal, así como la donación de becerros con alto mestizaje para mejorar la genética lechera entre sus miembros vinculados.
“Los ganaderos productores de leche tenemos un gran reto, hacer el país autosuficiente en producción lechera, para ello es necesario que nos sentemos productores, sector público y sector privado para establecer con claridad meridiana las limitaciones que tiene el sector, que no nos deja avanzar”, dijo el exitoso ganaderos en el día de campo en su finca donde participaron unos mil 200 ganaderos del país.
Para Lucas Mazara, quien al hablar dibuja confianza y conocimiento de hacia dónde quiere ir, la ganadería tradicional afronta en el presente una de sus etapas más difíciles de toda la historia.
Expone: “Los pastos parecen estar agotándose y los ganados aguantan física hambre, especialmente en las épocas de verano intenso y prolongado”.
La clave para el éxito de la hacienda Doña Elva, está en perfeccionar el cultivo, uso y mantenimiento de las pasturas y forrajes, los cuales son la base de cualquier ganadería en el mundo.
Manifiesta que la finca-escuela existirá “hasta que Dios nos tenga en esta tierra y su salón de clases estará disponible para todas las instituciones, empresas y personas que deseen darle un buen uso”.
Pidió al nuevo ministro de agricultura que para que se case con la gloria, debe luchar para unificar el sector lechero dominicano y ponerlo al frente de la autosuficiencia lechera.
“Cuando eso suceda, los ganaderos estaremos infinitamente agradecidos”, significó el destacado hacendado seibano.
En la escuela se imparten cursos-talleres y se da asesorías.
PRODUCCIÓN
La finca-escuela Doña Elva, ha logrado aumentar la preñez de las vacas de un 35% a un 82%, lo que hace evidente el aumento del ganado y por consiguiente, una mayor producción de leche de alta calidad.
También se ha logrado insertar nuevas variedades de pasto, destacándose CM 22 y CT-116.
Dispone de una bomba sumergible, para mantener agua las 24 horas del día en toda la finca.
Se conserva el forraje y la elaboración de silo o granero.
Existe un buen manejo de la cría de terneros, para una mejor calidad de la leche y una mayor rentabilidad de la finca.
Lucas Mazara Berroa, es de profesión contador público autorizado, que carrera que abandonó para dedicarse a la producción de ganado de carne y leche, pero sin obviar los números, ya que aplica una rigurosa contabilidad en la finca, que la ve como a una empresa, muy productiva.
Está dedicado desde hace 15 años a la actividad ganadera, Lucas Mazara, junto a su familia ha venido construyendo, paso a paso, su empresa ganadera con un claro propósito: “Hacer de ella una empresa rentable”.
Recuerda que en julio del año 2013 fue visitado por primera vez por el técnico en Megaleche, Ingeniero Eligio Carela, quedando de inmediato la finca incorporada al programa.
Un mes después, agosto del mismo año, la finca fue pre-seleccionada, para la ejecución del módulo “Extencionismo Participativo” de MEGALECHE, para convertirla en una finca-escuela, reto que asumió con entusiasmo y responsabilidad, iniciando así, el camino hacia la transformación con sentido de rentabilidad.
Es a partir de entonces, que Mazara Berroa comienza, junto al Programa MEGALECHE, a trabajar con los planes y proyectos elaborados para iniciar la ruta trazada.
De inmediato, se comenzó a ejecutar el plan de trabajo con las acciones a corto, mediano y largo plazo, trabajando aspecto como: Identificación y registro del rebaño; división del rebaño por grupo; manejo de la suplementación, manejo de las crias de reemplazo; fertilización y manejo de los pastos.
También se trabajó en el manejo de la reproducción, reservas de forrajes, mejora de las instalaciones para el ordeño y la calidad de la leche, entre otros.
Como se puede colegir, la Hacienda Doña Elva, es un proyecto que se desarrolla de manera amigable con el medio ambiente, mediante la preservación de los recursos naturales que posee, haciendo del mismo una actividad próspera y sostenible en el tiempo.
MANEJO DE LAS CRIAS DE REEMPLAZO
En los primeros cuatro días de nacidas se le suministra calostro, a partir de ahí, se les ofrece cuatro litros de leche por día, reforzado con alimento balanceado y forraje con buen contenido en proteínas, como el jobo.
En la finca se ordeña dos veces por día, a las 5:00 de la madrugada y a la 4:00 de la tarde, con ordeñadera automática de dos pezoneras, observando y cumpliendo con una buena rutina de ordeño (lavado y secado de pezones, higiene de los ordeñadores, sellados de pezones, control de mastitis, entre otros).
COMPOSICIÓN DEL REBAÑO
La hacienda cuenta con 62 vacas adultas; 15 novillas con más de 18 meses, preñadas; 20 novillas con más de 18 meses, vacías; 11 hembras de 9.12 meses; 20 hembras con 6.9 meses; 6 hembras de 3.6 meses; 6 hembras con 0.3 meses; 4 toros de reproducción, para un total de 144 animales.
INFRAESTRUCTURA, EQUIPOS Y MAQUINARIAS
La finca-escuela dispone de un ordeño funcional, becerreras fresca y limpias, comederos bien ubicados, agua limpia y abundante y un cómodo corral de manejo.
Además una bomba para el abastecimiento de agua, una planta eléctrica, una camioneta y un camión para el transporte de la leche, dos picadoras de forrajes, un pozo tubular con su bomba sumergible y una carreta para el acarreo de forraje de corte.
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