Por / Manuel Ant. Vega
PEDRO SÁNCHEZ, El Seibo.- La provincia de El Seibo, la más vieja del este, olvidada por los gobiernos, pero no por la naturaleza, goza del privilegio de contar con saltos de agua que figuran entre los más elevados del país, como El Cocuyo, con 115 metros de caída de agua, que al descender en medio de los pastizales forma una impresionante correa de agua que brilla en la noche y atrae y deleita a turistas y excursionistas por su imponencia y la hermosura del lugar.
El Cocuyo, ubicado en la sección La Majagua, en el distrito municipal de Pedro Sánchez, a 15 kilómetros al norte de la ciudad, en la carretera que lleva al costero municipio de Miches, es rico en fauna y flora.
Recostado sobre la montaña Limón, El Cocuyo sirvió para un filme publicitario de la compañía tabacalera Marlboro. Atrapado en la cordillera Oriental con hermosa vista desde la carretera Seibo-Pedro Sánchez-Miches.
El nombre “Cocuyo” significa “lugar de luz”. Cuenta una hermosa leyenda, muy socorrida en Pedro Sánchez, que los taínos llevaban sus mujeres a dar a luz en este lugar porque sus aguas son muy cristalinas y ricas en minerales y aún hoy en día se dice que es la mejor agua de la zona
Además, los nativos recientes cuentan que se debe a la gran cantidad de luciérnagas o cocuyos que se ven desde muy lejos en esa zona a tempranas horas de la noche. Al tener esta agua tantos minerales produce que los terrenos de la zona sean muy fértiles, por lo que son aprovechados por los nativos para la siembra de cacao, café, pasto para ganado y frutos menores.
Este hermoso despliegue de agua nace en La Loma de Limón, unos 2.5 kilómetros antes del salto de agua.
La cascada tiene unos 115 metros de altura, divididos en 3 caídas y al caer da origen el rio Pedro Sánchez, que tiene un recorrido de 6.4 kilómetros, desembocando en el río Seibo.
La espesura del agua en su caída de más de 100 metros de altura se va entrelazando con rocas y curvas naturales hasta depositarse en una charca, que por la frondosidad del bosque hace oscuro el lugar.
El salto se encuentra casi dentro del parque nacional Saltos La Jalda, reserva natural, que guarda en sus bosques a más de 10 salto de agua, incluyendo La Jalda, de unos 120 metros de caída de agua, el más alto del Caribe.
El Cocuyo está cubierto por bosques nativos de gran diversidad de flora y fauna.
Es realmente impresionante ver como hacen formaciones las aguas en las partes rocosas y paredones, obligando a transeúntes a detenerse, atraído por su singular belleza. El vapor que brota la cascada y los acantilados crean un ambiente propicio para la presencia del pájaro bobo y el ruiseñor, aves que forman parte de la fauna endémica en la zona.
También se avistan Gavilán de la Hispaniola, un ave de rapiña en peligro de extinción.
Entre las especies de plantas están la caoba, el cedro, la Ceiba, cacao, café, yagrumo, samán...
Aquí se puede pensar en la construcción de una hidroeléctrica, ya que cuenta con espacio de uso y libre acceso por estar ubicado a escaso metros de la carretera Seibo-Miches.
Los sudores o humores son una belleza cuando aparece el sol en la mañana, pero en la tarde la espesura del bosque acerca la oscuridad y hace casi de noche el lugar.
Se alimenta de las lluvias caídas que revienta la montaña, como si se tratara de un volcán, que nunca se ha secado.
En este mágico lugar, se puede respirar... sentir la inmensidad de la vida en el verde de la naturaleza y el blanco del agua que desciende a una velocidad impresionante, llevando la vista a la montaña.
El agua en su formación sale como de un cono, arremolinada donde va brotando y cayendo gradualmente hasta formar una correa blanca en medio de la furnia, que tienes una 10 quebradas, las cuales a su vez forman charcas para el baño a media montaña.
Cuentan que por el agujero de donde brota el agua en la cima de la montaña, varias reses han caído y su cuerpo no han aparecido jamás.El nacimiento del salto está desprovisto de árboles y personas que han adquiridos terrenos en el lugar han tratado de represarlo, lo que pudiera quitarle belleza a esta extensa correa de agua, que a tanta personas atrae.
Fauna
En algunas de las quebradas y los gigantes árboles que bordean el afluente colgante han sido avistados unos ocho gavilanes de la Hispaniola, así como cotorra, cuervo, pájaro Bobo, el pájaro carpintero, el ruiseñor.
La charca que se forma al caer el agua ha dado lugar al nacimiento del arroyo Pedro Sánchez, un afluente lleno de jaiba, camarones, dajao, tilapia, anguila y otras especies acuáticas.
PRESENCIA DE ÁRBOLES
De abajo hasta casi llegar a la cima del salto El Cocuyo, hay una acentuada espesura de árboles diversos, entre los que se destacan grayumo, javilla, algarrobo, bangaño, cabilma, anón, palo seco, mango y ceiba, cuya vegetación hace oscura la zona en horas vespertina.
Muchos de estos árboles son atrayentes por su voluminoso follaje y contextura, a los cuales turistas y excursionistas se pasan largo rato haciéndoles fotos y filmes.
Las excursiones a El Cocuyo son organizadas por el grupo Tesoro del Este, que también realiza cabalgatas para dar a conocer de los recursos ecoturísticos que posee el distrito municipal Pedro Sánchez, en El Seibo.
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