Por / Danny Mercedes "El Seibanito"
Especial
para Seiboaldía
El Seibo, Rep. Dom.- Manuela Diez Jiménez, ésta “Dama de la Patria”, como deberíamos
llamarle, nació en esta Villa de Santa Cruz de El Seibo, el 26 de junio de
1786, sus padres fueron Antonio Diez,
natural de la Villa de Osomo, en la provincia de Palencia, España y de Rufina Jiménez Benítez, natural de El
Seibo.
Doña Manuela Diez Jiménez, se casó
en el año 1800 con Juan José Duarte,
un comerciante español, que emigró a nuestra isla para comercializar maderas,
el matrimonio se produjo en Mayagüez, Puerto Rico.
Esta
distinguida Seibana tenía tres (3) hermanos que son: Antonio, Mariano y José Acupémico Diez Jiménez, y tuvo ocho (8)
hijos, de nombre: Vicente Celestino,
Juan Pablo, Filomena, Rosa, María Francisca, Ana María, Manuel y Sandalia
Duarte Diez.
Manuela Diez Jiménez de Duarte, al
igual que muchas dominicanas, es una gran olvidada por los historiadores
dominicanos como figura de nuestra historia en los méritos propios, solo la
reconocemos a través de la vida de su hijo, Juan Pablo Duarte Diez.
Esta
Dama Seibana, como madre y mujer constituye un modelo a seguir, no sólo por
haber parido y educado a uno de los hombres más firmes e inquebrantable, sino por haber luchado con
él (con Duarte) y sus demás hijos para
apoyar el proceso de independencia, dejando en ese largo camino la seguridad
que da el dinero, la comodidad del hogar en el suelo patrio y la tranquilidad
que tantos otros prefirieron mantener a costa de claudicar, abandonando su
compromiso con la patria.
Los
méritos de Manuela Diez, son muchos, en sus actuaciones, en su andar por la
patria, a través de sus hijos, encontramos a una mujer firme, dedicada de gran
valor y con incomparable capacidad de sacrificio, ya que soportó el destierro
en dos ocasiones: en su juventud, acompañando a su esposo a Puerto Rico, y su
madurez, terminando su largo peregrinar por la vida en Venezuela.
La Dama
de la Patria, soportó la persecución, el hostigamiento, la violencia de los
allanamientos al hogar y a sus negocios, pues tuvo que vivir la vergüenza de
ser expulsada de su patria.
Manuela
Diez, es por sí misma, una figura histórica digna de recordar, emular y
reverenciar en nuestro país, merecedora de que la reconozcan con una importante
vía de la capital y otros pueblos del interior de la República, por lo menos la
principal avenida de El Seibo lleva el nombre de esta ilustre Dama y el
Ayuntamiento que dirigió el ex Alcalde Lic. Reynaldo Valera, construyó en esta
ciudad “La Plaza Histórica-Cultural
Manuela Diez Jiménez”, una idea del Ing. Yamel Valera Castillo y diseñada
por el Arq. Seibano David Mercedes, en esta Plaza ubicada en el Centro de la
Ciudad existe un busto de Manuela Diez Jiménez con Duarte pequeño, simulando
que lo llevaba a la escuela.
Como
seibano que soy de nacimiento y corazón, estoy seguro que la única manera que
ésta histórica Dama, será siempre recordada es que el Dios Todopoderoso ilumine
la mente de nuestros representantes legislativos para que todos unidos crean un
proyecto de ley que cambie el nombre de ésta provincia y pasé a llamarse “Provincia Manuela Diez Jiménez”, y que
el municipio cabecera siga llamándose Santa Cruz de El Seibo, para mantener el
Gentilicio de Seibano.
Doña
Manuela Diez Jiménez, murió abandonada, fuera de su patria, en Caracas,
Venezuela el 31 de diciembre de 1858.
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