Por / Cesarin Leonardo
Santa Cruz de El Seibo.- Con grandes muestras de dolor y sufrimiento por parte de sus familiares y amiguitos fueron sepultados en la mañana de este miércoles los restos de los niños Enmanuel Álvarez Mercedes y Richard Álvarez Cabrera quienes perecieron ahogados este domingo en una de las laguna que será utilizada como depósitos de la planta de tratamiento ubicada entre los barrios Cañada Francisca y Puerto Rico de esta ciudad.
El primer entierros salió del barrio Cañada Francisca de casa de la abuela de
Enmanuel Álvarez Mercedes doña Ramona Mercedes “Monin” con quien junto a su padre Juan Manuel vivía el menor y recorrió varias calles hasta llegar al barrio El Retiro donde junto a su madre Ingrid Cabrera, su abuela Marcia y otros familiares residía el otro menor Richard Álvarez Cabrera y luego al cementerio municipal trascurso en el cual se vivieron desgarradoras escenas de dolor y tristeza.
Un grupo de niñ@s compañeritos de curso de ambos menores llamó la atención tanto de los que participaban del sepelio como de los transeúntes que por la gran cantidad de personas debieron esperar varios minutos para continuar su marcha por la avenida Manuela Diez Jiménez como 
por las calles por las cuales se realizó el recorrido hasta el cementerio municipal.
Juan Manuel Álvarez expresó a este medio que aún conserva el dinero que trabajando consiguió para comprarle a Enmanuel una bicicleta y una pistola que este en una carta le había solicitado a los Reyes Magos, entre quejidos y sollozos lamento y que no podría hacer feliz asu hijo por que justamente este día lo iba a enterrar.
Los infantes de 6 y 8 años fueron sepultados en una bóveda doble que en horas de la noche familiares construyeron en el campo santo debido a la imposibilidad de ser enterrados en la tierra o en otra bóveda debido a que ya no hay lugar vacio donde se pueda sepultar a alguien expresó a Seiboaldia “SAD” uno de los albañiles que labora en el cementerio.
Los niños que según las últimas versiones pescaban peces Beta y se bañaban eran primos y aunque vivían uno en cañada Francisca y otro en El Retiro siempre se llevaron muy bien, se presume que Enmanuel trató de salvar a Richard sin llegar a lograrlo y perdiendo la vida también.
Ninguna de las personas presentes en los velatorios y el sepelio recuerda haber escuchado hablar de que una similar haya pasado en los últimos años en El Seibo.
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