La educación en la República Dominicana ha sido un tema de constante evolución y desafíos. Desde los primeros esfuerzos en la época colonial hasta las reformas modernas, el sistema educativo ha buscado adaptarse a las necesidades de una sociedad en transformación. En este contexto, el recientemente aprobado Plan Decenal de Educación Horizonte 2034 se presenta como una estrategia ambiciosa para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Pero, ¿será este plan la clave para superar los históricos obstáculos del sistema educativo dominicano?

Edward Cordero Pérez es Magíster en Planificación y Gestión de la Educación.

Reseña histórica de los planes educativos en la República Dominicana

La historia de la educación en el país se remonta a la época colonial, cuando en 1502 se fundó la primera institución educativa formal en Santo Domingo, bajo la dirección de los frailes de la Orden de San Francisco. Este primer esfuerzo se centró en la enseñanza de la lectura, escritura y doctrina cristiana, dirigida principalmente a las élites.


Con la fundación de la República en 1844, se inició un proceso de expansión educativa, aunque aún limitado a las zonas urbanas y con un enfoque elitista. La creación de la primera escuela oficial en 1845 y la promulgación de la Ley Orgánica de Instrucción Pública marcaron un hito, pero la cobertura y calidad siguieron siendo insuficientes.

En el siglo XX, la educación dominicana enfrentó nuevos desafíos. Durante la dictadura de Trujillo (1930-1961), se promulgaron leyes como la Ley Orgánica de Educación de 1951, que estableció la educación primaria gratuita y obligatoria, aunque con limitaciones en su implementación. Posteriormente, en 1992, se lanzó el primer Plan Decenal de Educación 1992-2002, que buscó modernizar el sistema educativo y ampliar su cobertura. Sin embargo, los resultados fueron mixtos, con avances en infraestructura pero persistentes deficiencias en calidad y equidad.

El Plan Horizonte 2034, aprobado en febrero de 2025, se presenta como una respuesta integral a los problemas crónicos del sistema educativo dominicano. Entre sus objetivos principales se encuentran:

  1. Ampliar y adecuar la oferta educativa, garantizando centros equipados, seguros y accesibles.
  2. Profesionalizar la labor docente, con formación continua y acompañamiento para los educadores.
  3. Desarrollar un currículo actualizado y contextualizado, que integre competencias clave como el pensamiento crítico y la alfabetización digital.
  4. Fomentar la inclusión educativa, asegurando que todos los estudiantes, incluyendo aquellos con necesidades específicas de apoyo educativo(NEAE), tengan acceso a una educación de calidad.
  5. Mejorar la gestión educativa, con procesos transparentes y orientados a resultados.

Este plan se basa en un amplio proceso participativo, que incluyó consultas con más de 14,000 estudiantes, docentes y representantes de la sociedad civil. Además, se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, particularmente en lo referente a la educación de calidad (ODS 4).

El Plan Horizonte 2034 enfrenta desafíos significativos. La baja calidad y pertinencia de la educación preuniversitaria, la falta de recursos y la necesidad de una mayor inversión en infraestructura y tecnología son obstáculos que deben superarse. Además, la implementación efectiva del plan requerirá un compromiso sostenido de todos los actores involucrados, desde el gobierno hasta las comunidades locales.

En conclusión el Plan Horizonte 2034 representa una oportunidad histórica para transformar la educación en la República Dominicana. Con un enfoque integral y participativo, este plan tiene el potencial de convertirse en la «bujía» que encienda el camino hacia una educación de calidad. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad del país para superar los desafíos estructurales y mantener un compromiso firme con la mejora continua del sistema educativo.

En palabras del ministro de Educación, Ángel Hernández, «este plan es de todos, y su implementación será el reflejo de nuestro compromiso colectivo con el futuro de las próximas generaciones». Solo el tiempo dirá si el Plan Horizonte 2034 cumple con sus promesas, pero sin duda, marca un paso crucial en la dirección correcta.